El corazón es otro órgano del cuerpo que resulta especialmente sorprendente. Ya sea por el hecho de que continúa funcionando hasta el final de la vida y es el responsable del funcionamiento del organismo. El corazón que se encarga de llevar oxígeno y sangre rica en nutrientes a todo el cuerpo, a través del sistema circulatorio constantemente, late no menos de cien mil veces diariamente.
Si lo observamos, el corazón que es del tamaño del puño cerrado, recibe la sangre a través de las arterias coronarias formadas por vasos sanguíneos y que se encargan de hacer que el corazón se contraiga y empuje la sangre al resto del cuerpo. Si esta arteria se obstruye, priva al corazón de recibir sangre y oxígeno y le causa daño. Si el flujo no se restablece en un lapso de 20 a 40 minutos, el corazón comienza a morir.
Millones de personas sufren ataques al corazón en el mundo a la vuelta de un solo año, y para muchas de ellas con resultados fatales. La edad, el hábito de fumar, el estilo de vida sedentario son las principales causas de los ataques cardíacos, del que muchas veces se reconoce como “el asesino silencioso”
Las causas de los ataques al corazón más comunes son en primer lugar,
El Estrés
El estrés, especialmente el estrés emocional que puede ser extremadamente dañino; sin embargo, el daño que causa el estrés puede ser variable de persona a persona. Las situaciones estresantes provocan que el sistema nervioso libere hormonas como la adrenalina que a su vez producirá aumento en el ritmo cardíaco y en la presión arterial, se la viscosidad de la sangre aumenta y se incrementa también el riesgo de sufrir un ataque al corazón. El estrés también puede aumentar los factores de coagulación sanguínea y en ese caso, los coágulos circulando en la sangre son peligrosos pues pueden bloquear una arteria que ya de por sí está limitada por la placa de colesterol y desencadenar un ataque cardíaco.
Consumo de Alcohol
En estudios se ha demostrado que el consumo moderado de alcohol puede disminuir ligeramente el riesgo de ataque cardíaco, sin embargo, el beber alcohol de forma inmoderada puede causar muchos problemas cardíacos, incluídos los ataques. Una copa contiene alrededor de 100 a 200 calorías y las calorías extras van añadiendo grasa al cuerpo y contribuir así al desencadenamiento de un ataque cardíaco.
Colesterol Elevado
El colesterol que es una sustancia parecida a la grasa que circula en la sangre, está presente en las células de todo el cuerpo y es un componente necesario en la producción de hormonas y de ácidos biliares que el cuerpo necesita para la digestión de las grasas. Las grasas saturadas que abundan en las comidas rápidas y productos chatarra son las principales culpables del aumento del colesterol malo (de baja densidad) y que se acumula en forma de placas en las paredes de las arterias coronarias. Y aunque la presencia de cierta cantidad de colesterol es normal, el exceso de colesterol en la circulación sanguínea lleva al organismo a alojarlo en las arterias, y es una de las principales causas de ataques al corazón.
Diabetes
Los problemas cardíacos son la principal causa de muerte entre las personas con diabetes, especialmente en caso de la diabetes tipo 2 que usualmente se desarrolla en personas con sobre peso debido al poco saludable hábito de consumir productos grasosos, de harina, azucarados y comida chatarra. La grasa y el azúcar proveniente de este tipo de alimentos, se absorbe al torrente sanguíneo y provoca que las sustancias grasas se acumulen en y alrededor de las arterias.
El Hábito de Fumar
Aunque la mayoría de las personas saben que el hábito de fumar aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, pocas se dan cuenta que también se aumenta en gran medida el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón. El fumar aumenta la presión arterial, endurece las arterias mayores y provoca latidos irregulares. Todo esto fuerza al corazón a trabajar con dificultad, mientras otros químicos residuales del tabaco y el monóxido de carbono que se aspira contribuyen también a la acumulación de placa en las arterias. También contribuyen a estimular los factores de coagulación, el colesterol y el fibrinógeno que producen ataques cardíacos.
Alta Presión Arterial
La presión arterial varía de acuerdo a la actividad y a la edad, el adulto sano en reposo tiene una presión sistólica entre 120 y 130 y presión diastólica entre 80 y 90. La presión sanguínea es la fuerza que impulsa la sangre contra las paredes de las arterias. La presión arterial elevada, indica que existe un angostamiento de los vasos sanguíneos que fuerzan al corazón a bombear con mayor potencia para mover la sangre a través del cuerpo. Si se bloquea este flujo sanguíneo, puede producirse un ataque cardíaco.
Edad Avanzada
El riesgo de sufrir un ataque cardíaco se aumenta a medida que la edad avanza. Cerca de cuatro de cada cinco muertes por ataque cardíaco ocurren en personas mayores de 65 años. El corazón, lo mismo que el resto del cuerpo experimenta desgaste por el paso del tiempo. Las paredes del corazón se engruesan cuando las arterias se endurecen y se le dificulta al corazón el bombeo de sangre.
Algunas recomendaciones efectivas y tratamientos naturales para fortalecer el corazón, desde el punto de vista de la medicina natural son los siguientes:
FORTALECER EL CORAZÓN
Alimentación
Quienes padecen problemas cardíacos, se benefician enormemente al comer muy poca cantidad de alimentos. El diario consumo de verduras y frutas antioxidantes como cítricos y vegetales coloreados de amarillo, naranja y rojo se recomiendan de forma especial para nutrir los tejidos del corazón. Deben llevar una dieta nutritiva, en la que los alimentos procesados, los lácteos grasosos y los aceites hidrogenados no se consumen en ningún momento.
Utilizar especias como ajo, cúrcuma, jengibre, azafrán. No olvidar incluir diariamente granos y cereales (avena, amaranto) y alimentos ricos en ácidos grasos esenciales como las semillas de girasol, de calabaza, de cártamo (hemp) que ayudan a mantener las arterias limpias y el corazón fuerte.
Los productos animales, especialmente la carne roja, no son buenos para la salud, porque lleva mucho tiempo su digestión y producen muchas toxinas en estómago e intestinos.
Se recomienda una alimentación basada en frutas y verduras de la estación, (frescos, al vapor o cocinados). Pan integral (centeno y cebada), ensaladas, semillas germinadas, sopas de vegetales, yogurt, queso fresco o panela, muy poca cantidad de leche y mantequilla. Los dulces se tomarán con moderación, y tomar en cuenta que la miel es mejor que el azúcar refinado.
Los alimentos que para su preparación deben freírse se evitarán, lo mismo que el uso de estimulantes de cualquier tipo, tabaco, alcohol, té negro o verde, café, o drogas que son muy dañinos para los enfermos del corazón.
Herbolaria
El Espino Blanco o Espino Albar es un auxiliar preventivo y terapéutico para las taquicardias y arritmias,prevención de infartos de miocardio, para la mejora de las insuficiencias cardíacas y de la circulación sanguínea en enfermos afectados de arteriosclerosis, para la hipertensión (por su capacidad de aumentar el tamaño de los vasos sanguíneos de la periferia corporal) y la hipotensión (por su efecto tónico).
Castaño de Indias
El castaño de Indias es un árbol con un fruto mayor en tamaño al del castaño común, y con propiedades medicinales muy destacadas.
Entre sus beneficios sobresalen los que ejerce sobre el sistema circulatorio para hacer más resistentes los vasitos sanguíneos, poder vasoconstrictor, efecto antiinflamatorio y para disminuir inflamaciones por retención de líquidos. Por todo ello resulta un remedio natural muy eficaz para aliviar várices, hemorroides, flebitis y problemas de mala circulación en las partes del cuerpo más alejadas del corazón.
AJO
El ajo, nunca bien ponderado vegetal preventivo y curativo para resolver problemas de diversa índole, es un imprescindible para quienes han sufrido ya un ataque cardíaco y evitar que se repita. Efecto hipotensor a dosis altas, fluidificante de la sangre – muy utilizado por personas que han padecido trombosis, embolias o accidentes vasculares-, hipolipemiante -disminuye el colesterol LDL, es decir el nocivo
Ayuda a quienes padecen de ácido úrico y actúa como protector en la calcificación de las arterias. Previene la hipertensión y la mala circulación, por su acción hipotensora.
Es estimulante, diurético y expectorante. El ajo ayuda a eliminar los viejos residuos que van quedando en el organismo, sus enzimas favorecen una buena síntesis de los ácidos grasos, ayudando a bajar el colesterol malo o LDL.El órgano que más se beneficia con el ajo crudo, es el corazón. Si tenemos en cuenta, que el ajo, es el gran purificador de la sangre, sacaremos como conclusión que también es el gran fortalecedor del corazón.
Relajación
El exceso de tensión o estrés puede atenuarse con prácticas de meditación, yoga, oración, ejercicios respiratorios además de tomar diariamente cápsulas, tinturas o infusiones de flores como azahar, tila, manzanilla que ayudan a relajar los músculos y el sistema nervioso. Se recomienda un masaje relajante con aceites una vez por semana.
Debido a que las funciones del corazón están estrechamente ligadas al pensamiento, los disturbios de uno se reflejan en el otro. Es por esto que a los pacientes cardíacos se les recomienda controlar la ansiedad y las preocupaciones excesivas. También es benéfico tener suficientes horas de sueño durante la noche y el descanso o siesta durante 20 a 30 minutos durante el día, son benéficos.
Y por último, las personas con problemas circulatorios y cardíacos, deben cuidar especialmente la evacuación intestinal para mantener bajo control su organismo. Se sugiere beber un vaso grande de agua tibia al levantarse y dar una caminata para activar los movimientos intestinales, además de tomar otros auxiliares para estimular al intestino como las ciruelas pasas, la fibra de las semillas de linaza molidas.