Bien se dice que la educación de la gente se inicia en casa, primero con el ejemplo y luego reforzándola con la constante vigilancia de los padres para que no olviden dar las gracias, pedir “por favor”, saludar al llegar “buenos días”/”buenas tardes”, etc. para que estos hábitos se queden para toda la vida y no sea un simple acto de cortesía.
Al inculcar en los niños el hábito de ser amable y gentil con todas las personas, traerá sólo buenas consecuencias en su vida futura, pues se les estarán otorgando esos valores sociales que son piedra fundamental en la simpatía y buenos tratos, basados en el respeto y la consideración marcarán la diferencia entre ser una persona apreciada o una persona altanera, es decir “maleducada”.
Si el niño o niña son tímidos, no se debe disculpar la renuencia a saludar, por muy inseguros que sean se les debe remarcar la importancia que tiene el saludar, dar las gracias o pedir por favor, puesto que la armonía de las relaciones interpersonales están basadas en esas pequeñas palabras y acciones.
Desde tempranas edades, a los niños desde que comienzan a hablar, se les enseñarán estas normas de cortesía. El cerebro de los niños es muy receptivo y pronto adquirirá la costumbre de dar las gracias y pedir de favor, así como saludar a las personas al llegar y al despedirse. No caiga en el error de ignorar a los niños que llegan a casa, recuerde que ellos son personas con los mismos sentimientos que los adultos y se merecen la atención de los adultos.
El niño aprende del adulto, no olvide nunca darle las gracias y pedirle por favor, así como no pase por alto saludarlo con énfasis especial mirándole a los ojos. De esas pequeñas acciones aprendidas en su infancia, los niños basarán la respuesta emocional a los estímulos en su futuro.
El niño debe ser tratado con respeto y debe acostumbrarse a hacer lo mismo por los demás miembros de la familia primero y después en la escuela y en la sociedad. Enseñarle a tratar con respeto es también una forma de respetarse uno mismo. Sabrán la importancia de crear buenas relaciones y amistades. Saber lo que implica interesarse por los demás para hacerles sentir bien tal como le agrada que lo hagan con él o ella.
Eduque a sus niños diciéndoles:
Siempre que llegues o entres a algún lugar saluda: di “buenos días o buenas tardes”.
Si te retiras o te vas, despídete diciendo “adiós”.
Cuando te hacen un favor, hacen un halago o te dan algo, siempre di: “Gracias”.
Si alguien te llama o te habla, responde. Nunca te quedes callado.
Si alguien te está hablando, escucha con atención, dejando de hacer lo que estés haciendo.
¿Tienes algo? compártelo, ofrece a los demás.
¿No lo tienes? No sientas envidia.
¿Tomaste o encontraste algo que no te pertenece? Devuélvelo
¿Quieres que alguien haga algo por ti? Pídelo por favor.
¿Te equivocaste o cometiste un error? Discúlpate