Es posible que la sal no solo sea responsable por el gran aumento que se ha dado en la obesidad y en la diabetes en todo el mundo, sino también por el incremento de enfermedades del corazón, ataques cardíacos, derrames y accidentes vasculares cerebrales, demencia y de los riñones.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, el promedio actual de consumo de sal por persona es de 9 a 12 gramos diarios, que dicen, es demasiado.
El cuerpo necesita la sal como la fuente más común de sodio y de iones de cloruro, que solo se logra a través del consumo de los alimentos. El sodio regula los volúmenes de líquidos en el cuerpo, es fundamental para la contracción muscular y lleva y trae señales nerviosas. Por su parte, los iones de cloruro incluyen en los movimientos de los líquidos y en la digestión.
Sin embargo, una cosa es cierta, los alimentos en la actualidad, especialmente los industrializados, contienen demasiada sal y cuando se consume sal en grandes cantidades, también produce grandes cantidades de potentes efectos negativos en el cuerpo.
Corazón
El comer mucha sal, puede elevar la presión sanguínea y causar problemas de gran riesgo como las enfermedades del corazón y los accidentes vasculares.
Huesos
El gran consumo de sal, también se asocia con la salud de los huesos, incluyendo la osteoporosis, o debilitamiento de los huesos. La sal afecta a los huesos porque aumenta la excreción de calcio a través de la orina, que origina que los huesos pierdan calcio. El 99 por ciento del calcio del cuerpo se almacena en los huesos.
Cáncer de Estómago
La sal es necesaria para la producción de ácidos estomacales, pero el consumo en demasía es dañino. En algunos estudios científicos se han ligado el consumo excesivo de sal con el cáncer de estómago.
Una persona adulta no debe consumir más de 6 gramos de sal al día, que es más o menos una cucharadita de sal, según la Organización Mundial de la Salud y los bebés menores de un año, no necesitan más de 1 gramo diario, pues sus riñones no pueden procesar más de esa cantidad. Los niños pequeños no deben consumir más de 4 gramos al día.
Una forma sencilla de reducir el consumo de sal, es
Retirar el salero de la mesa y
Reducir la cantidad de sal durante el cocinado de los alimentos.
No añadir sal a los alimentos que ya la tienen.
Evitar ponerle sal a la fruta, a la ensalada, a las verduras, etc.
Evitar el consumo de productos chatarra como papas fritas y sopas de vasito que traen demasiada sal
Tome en cuenta que el pan de caja, el cereal de caja, los aderezos para ensalada, los productos preparados y que vienen enlatados, en frascos o en caja, contienen mucha sal.
Una recomendación es leer en la etiqueta de los productos para ver qué cantidad de sal contienen y así darse una idea de la cantidad de sal que se ingiere diariamente de forma inadvertida.