Crisis de Enfermedades Nerviosas

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Nunca como ahora, habíamos sabido de tantas y tantas personas afectadas con enfermedades nerviosas como depresión, ansiedad, y otros trastornos que lamentablemente derivan en casos inauditos de suicidio.

Estamos hablando ya de una pandemia, por mucho que no se haya reconocido como tal.  Esta desviación de la normalidad de la salud mental de las personas que caen en la depresión y que llevan a conductas auto destructivas.

Quienes se han dedicado a investigar y a estudiar el fenómeno, como el David Kupelain, y editor de una revista digital y autor de varios libros en los que cuestiona y situaciones alarmantes que están ocurriendo mundialmente, y especialmente en los Estados Unidos, sin que por ello seamos inmunes los mexicanos y el resto del mundo a este fenómeno.

En un artículo de Kopelain, anota sus observaciones sobre el tema de la crisis de enfermedades nerviosas que

El número de suicidios ha superado el número de muertes por accidentes automovilístico que tienen como causa la muerte por lesiones en los norteamericanos.

Han muerto más soldados norteamericanos por suicidio que en combate.”

Los jóvenes nacidos a partir de 1980 sufren niveles de estrés graves que les impide dormir y que muchos de ellos son diagnosticados con depresión o trastorno de ansiedad.

Uno de cada cinco niños que pasan a la educación secundaria, son diagnosticados con déficit de atención con hiperactividad (TDAH), y muy significativo que, uno de cada cinco niños de nivel primaria ha sido diagnosticado con trastorno por déficit de atención con hiperactividad, ansiedad, depresión o trastorno bipolar. (Centro de Control y Prevención de Enfermedades E.U.A.)

Que cada vez se relaciona más el estrés crónico con el desarrollo de cáncer, que es la segunda causa de muerte en los Estados Unidos, y que las enfermedades del corazón con un gran componente de estrés, figuran como causa número uno de muerte.

Que por increíble que parezca, el 11 por ciento de los norteamericanos mayores de 12 años, actualmente toman antidepresivos, drogas que alteran a tal punto el estado de ánimo que llevan la advertencia de “suicidio” por parte de la FDA como posible efecto secundario.  Estos antidepresivos están presentes en los atacantes escolares.

Que un 23 por ciento de las mujeres norteamericanas entre 40 y 50 años toman ahora antidepresivos.

Que 6.5 millones de niños de entre 4 y 17 años de edad están siendo medicados con variadas drogas psiquiátricas.

Que un 28 por ciento de adultos tienen “problemas con el alcohol” (más de 60 millones)

Que 22 millones de norteamericanos son adictos a drogas ilegales desde mariguana, cocaína, heroína, alucinógenos, inhalantes.

¿Acaso estamos viviendo con un país vecino adicto a las drogas, donde cientos de millones dependen de sustancias tóxicas, legales o ilegales para que se “ayuden” a lidiar con el estrés y los problemas de la vida?

El Centro de Atención de Enfermedades informó que el uso de antidepresivos en los Estados Unidos aumentó casi 400 por ciento en los últimos veinte años y que los antidepresivos son el medicamento más utilizado entre los norteamericanos entre 18 y 44 años edad.

Los Estados Unidos representa el 5% de la población mundial y solo en ese país se consumen dos tercios de todas las drogas psiquiátricas utilizadas en el mundo.

Kopelain clama una respuesta a sus interrogantes: ¿qué pasa en el mundo? ¿por qué la ciencia médica y las increíbles innovaciones científicas y tecnológicas no pueden reducir el estrés e iluminar nuestro caminar? ¿Por qué la casi mágica disponibilidad de información acumulada y conocimiento (gracias a internet) no nos da más claridad y felicidad? ¿por qué la humanidad está tan estresada y se encuentra en curso de colisión con la enfermedad, miseria, tragedia y muerte? Y lo más importante, ¿Qué podemos hacer para revertir este curso?

¿Por qué, nuestra maravillosa y avanzada civilización tecnológica no puede salvarnos de nosotros mismos?

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