El cuerpo humano se irriga con un bombeo de sangre a determinada presión y cada persona puede manejar distintos grados de presión arterial, dentro de un rango considerado normal.
A la disminución de la presión arterial se le llama hipotensión, más conocida como “baja presión sanguínea”. Cuando esta situación se presenta, el corazón fuerza la salida de la sangre hacia las arterias con mucha menos fuerza de lo que debiera. La presión sanguínea baja severa se asocia con un sistema debilitado o desvitalizado.
Cuando la presión sanguínea cae por debajo de los índices normales, puede deberse a trastornos serios que están ocurriendo en el organismo como son una nutrición inadecuada o desnutrición, inestabilidad emocional, pérdida de sangre o hemorragia interna crónica o muy lenta.
La baja presión sanguínea se identifica por la sensación de letargo, debilidad, fatiga o mareos que son los síntomas más comunes e incluso llegar al desmayo o pérdida del conocimiento cuando la presión baja exageradamente.
A pesar de todo lo anterior, la baja presión puede tratarse de forma natural poniendo en práctica algunos remedios como los que aquí compartimos.
Remedios Eficaces para la Baja Presión
* El remedio más eficaz y más rápido es tomar agua en cantidad importante, porque la deshidratación reduce el volumen de líquidos y lleva a disminuir la presión sanguínea.
* El jugo de betabel es de gran beneficio para quienes sufren este trastorno. Se recomienda beber una taza de jugo de betabel fresco dos veces al día.
* Como remedio inmediato, se le da a beber a la persona una taza de café negro cargado para elevar la presión sanguínea.
* La albahaca ha sido desde tiempos antiguos un remedio probado para curar la baja presión. Se machacan unas 15 hojas de albahaca dentro de una tela suave y se exprime el jugo resultante. Se mezcla este jugo con una cucharadita de miel y se toma en ayunas.
* Se recomienda incluir sal de mar y abundantes frutas frescas en la alimentación que será de gran beneficio para normalizar la presión sanguínea.
* El ejercicio ligero como caminatas, natación o pasear en bicicleta ayuda mucho para normalizar la presión sanguínea baja.